La voz humana y el cerebro
Autor: Eduardo Calixto
La voz humana, la estrategia más hermosa e inmediata de conectar neuronas. Las redes neuronales son capaces de enlazar por diversos estímulos, pero la voz humana es la que promueve realizar más sinapsis. Si bien, todos los animales se comunican de diversas formas, el cerebro humano ha realizado una estrategia maravillosa en su capacidad lingüística, en el transcurso de la evolución del cerebro humano, el lenguaje, las palabras y la comunicación a través de su manejo corporal elabora una estrategia de cambios irreversibles e importantes para la memoria y el aprendizaje, para la conducta y la elaboración de cultura, la escritura y la historia.
Hablamos a partir de la actividad neuronal más evolucionada del cerebro: el lóbulo frontal. Incluso, existen genes importantes para realizar el proceso del lenguaje, que son críticos en las primeras etapas de la formación de esta anatomía del cerebro humano en la etapa intrauterina. Con el lenguaje, organizamos tiempo y proyección de actividad, comunicamos la conducta y elaboramos el cumplimiento de necesidades básicas, pero también identificamos e interpretamos la conducta y el estado de ánimo del cerebro.
Los humanos no gruñimos, no bramamos, pero podemos decir con palabras el contenido de nuestro pensamiento; somos únicos en elaborar las reglas gramaticales. ¿Sabías que la voz humana puede ayudar a dilucidar el tamaño de la persona quien emite las palabras, a través de la resonancia de su voz?
Los humanos, a través de la anatomía de su laringe, comunican con eficiencia, ninguna especie tiene la angulación que permite la foniatría tan clara y especifica. Si bien las aves pueden hablar y algunos simios aprender a comunicarse, la elaboración del lenguaje humana no tiene comparación, los loros no ubican la gramática y los monos solo repiten algoritmos lógicos de comunicación.
Una persona promedio, -esto también depende de qué idioma hable, inglés, chino o castellano- en lo general puede tener es sus áreas de memoria y lenguaje, alrededor de 50000 palabras. Pero el lenguaje no solo es número de palabras, es la manera como las utilizamos y las hablamos. La manera como generamos los fonemas o la manera que cantamos el lenguaje, le llamamos prosodia. Tanto la forma de hablar como las estructuras de entender el lenguaje se encuentran ubicadas principalmente en el hemisferio cerebral izquierdo, hablamos con el área de Broca (lóbulo frontal inferior izquierdo) y entendemos las palabras, su orden, las reglas gramaticales y la entonación con el lóbulo temporal izquierdo (área de Wernicke). Por ello, no es lo mismo una lesión del lado derecho que del lado izquierdo de la cabeza. Existen otras áreas cerebrales que pueden ayudar a hablar como el cerebelo o el lóbulo occipital, pero a través de fotografías funcionales de un cerebro activo, nos queda muy claro que es el lado izquierdo del cerebro el más importante para comunicarnos.
El lenguaje tiene un proceso evolutivo, en etapas que depende de la forma cómo nos hablan cuando somos bebés (monosílabos) hasta cómo construimos el lenguaje escrito y estructurado que termina en desarrollarse en la adolescencia. Varios y desagradables ejemplos de como una persona aislada de la comunicación humana, no permiten cuantificar que, si el cerebro no aprende a comunicarse a través de las palabras, esto entre los 7 a 14 años de edad, esto lo llevara a una nula o poca actividad para comunicarse de adulto a través de la palabra, aunque sea sometido a clases o un intenso aprendizaje, ya no aprende las reglas básicas gramaticales.
De manera inconsciente todos los días utilizamos la voz para persuadir, engañar, ordenar o sugerir. Cuando estamos ante alguien que nos gusta o tratamos de atraer su atención, nuestra voz inmediatamente cambia su entonación. Los varones hacen la voz grave, para ser mas sensuales o carismáticos, en tanto que las mujeres varían la modulación y la frecuencia de sus palabras, ambos quieren llevar la delantera en ante la presencia de competidores. Estos cambios minúsculos, sutiles y apenas perceptibles el cerebro los realiza para el cortejo, independiente de la semántica.
Finalmente, las mujeres suelen recordar con más detalle y precisión la voz de las personas importantes en su vida, aspecto que a los varones les cuesta más tiempo y equivocaciones. Esto se debe a la manera cómo ambos cerebros detectan y proyectan los estímulos auditivos. Las mujeres atienden mejor las voces agudas, y se cansan menos al ponerles atención, esto les viene bien la atención de sus hijos. En contraste, los varones suelen cansarse ante las voces agudas, disminuyendo su atención antes de los 20 minutos. De ahí la importancia que un varón no recuerde lo importante o las conclusiones con una mujer en una discusión por arriba de los 30 minutos. La importancia de la voz humana es persistente y presente en todo momento de nuestra vida.