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Autor: Rebeca Dallal Fratz

Seguramente piensas que tu vida no es sencilla, sino algo tan intrincado como un nudo Gordiano. A pesar de que cada día es simplemente un hilo de hechos y datos, queremos convertirlo en un patrón fácil de entender y seguir, idealmente, sin brincos ni sobresaltos. Es a través de esa historia que hilamos que construimos nuestra identidad. Y si de pronto te das cuenta que esa “historia” no te gusta, la cambias con gran facilidad, construyendo así una nueva identidad.

Eso que hacemos con las historias personales, lo hacemos hasta con la historia mundial, modelando los detalles hasta formar una historia consistente. De pronto “comprendemos” ciertas cosas como, por ejemplo, por qué la Cortina de Hierro tenía que caer o cómo es que el Tratado de Versalles condujo a la Segunda Guerra Mundial, entre otras muchas cosas. Al decir comprender me refiero a que esos hechos no podrían entenderse en el sentido tradicional, sino que construimos el significado una vez que ya sucedieron los hechos, en retrospectiva. Esto significa que agregamos significados después, lo cual convierte a las historias en entidades dudosas porque simplificamos, distorsionamos y filtramos la realidad de aquello que no encaja en la historia que estamos armando. Y, simplemente, no podemos vivir sin esas historias. ¿Por qué? Esto es algo que no queda claro. Lo que sí está claro es que la gente comenzó por usar las historias para entender el mundo. Antes de que existiera el pensamiento científico existió la mitología, aún antes de la filosofía. Y al crear historias es inevitable generar un sesgo.

En algunas ocasiones el sesgo se usa de manera intencional para generar mayor interés, como en las noticias. Cuando en los medios tradicionales y redes sociales se informa sobre un hecho, lo que leemos o escuchamos es una historia, pongamos como ejemplo una persona que maneja su auto sobre un puente que cae justo cuando lo está cruzando. La noticia relatará a detalle sobre el protagonista, su género, su edad, de dónde es, a qué se dedica, dónde está, qué hacía ahí, que sentía al tiempo que caía, etc., además de que tengan que decir de aquellos que fueron testigos. De lo que menos se habla y menos interesa son los hechos, los datos, las causas o las consecuencias, si otros puentes corren peligro o si habría manera de evitarlo; nada de esto es lo interesante. Es decir, toda la información secundaria, las emociones y los relatos alrededor del hecho cobran prioridad ante los hechos relevantes.

Si te dijera las siguientes dos historias, cual recordarías mejor? 1- “El presidente murió, y su esposa murió”. 2- “El presidente murió, y su esposa murió de tristeza”. Seguramente la mayor parte de las personas recuerda mejor la segunda historia. La diferencia entre ambas es que la primera historia se limita a los hechos y la segunda tiene significado y sentimientos. En teoría deberíamos recordar más fácilmente la primera porque es más corta, pero nuestra mente no funciona así.

Los publicistas han aprendido a capitalizar esto, en lugar de enfocarse en los beneficios de un bien o servicio, crean toda una narrativa a su alrededor, la cual, aunque en teoría es irrelevante, resulta irresistible. Un excelente ejemplo es el anuncio de Google para el Super Bowl del 2010: haz click –> “Google Parisian Love”

Como verás, convertimos todo en historias, desde sucesos personales hasta eventos globales; el único inconveniente es que al hacer esto distorsionamos la realidad y se afecta la calidad de nuestras decisiones. De tal manera que es importante aislar los hechos para entender las cosas de manera imparcial. Si quieres comprobar cómo hilamos historias, basta con recordar algún acontecimiento importante el cual te haya tocado vivir y buscar en línea cómo lo reportaban los medios de comunicación, de darás cuenta que los eventos que hoy parecen conectados no lo estaban en ese momento.

Sucede lo mismo con nuestra vida, has muchos eventos que en el momento no parecen conectados ni tienen mucho sentido de manera aislada, pero si lo piensas en retrospectiva puedes conectar los hilos, agregar significados y sentimientos, así es cómo formas tu propia historia.

Y ya ni hablar de lo que olvidamos… pero el tema de la memoria amerita su propio espacio.

 

Política, una palabra que provoca tensión. Para algunos es un grupo de personas que trasgreden las leyes con elfin de buscar beneficio personal. Para otros, implica posibilidad, una oportunidad de lograr de manera colectiva lo que es imposible de hacer individualmente. O ambas.

La política es, de raíz, la manera en la que tomamos decisiones colectivas, es esencial para resolver problemas comunes, desde la pobreza hasta el cambio climático parando por una pandemia (como la del COVID-19), la guerra o la corrupción.

Pero la política resulta ser un arma de dos filos, a la vez que resuelve problemas, crea otros. La necesitamos, pero también la odiamos. Hemos buscado alternativas coo la tecnología o líderes morales para que resuelvan los problemas, pero sin la política lo demás resulta ser una clase de dioses falsos ya que cualquier propuesta tecnológica, cualquiera que diga que habla para y por la gente se topará con la tendencia a estar en desacuerdo, a disentir y desertar que tenemos los humanos.

De modo tal que la política es la manera que tenemos de abordar estos desacuerdos, la política es inevitable. En las elecciones hay ganadores y perdedores; gastar dinero en un mundo desigual implica que habrá quienes paguen más que otros; contar con policías o ejércitos para protegernos implica la inevitable pregunta ¿quién nos protege de ellos? Cada vez que tratemos de diminuir la política en un lugar, aparecerá en otro. De modo que si queremos que las cosas sucedan más allá de nuestro hogar, necesitamos a la política, nos guste o no.

Hay cosas que todos queremos, a pesar de nuestras diferencias. Aunque las personas parezcan polarizadas, estarán de acuerdo en algunas cosas. Y son cinco cosas -democracia, equidad, solidaridad, seguridad y prosperidad-  que están en el corazón de los retos existenciales y que, aveces, se convierten en verdaderas trampas. Para esto es que debe servir la política.

 

Democracia

Un concepto polémico, pero tomémoslo como el derecho y la labilidad del público en masa para elegir y reemplazar a sus líderes. Alrededor de la mitad de la población mundial vive actualmente en países que se consideran democráticos. Y, a pesar de que solo la mitad del mundo vive en una democracia, la ideas es atractiva para muchos más, incluyendo a aquellos atorados en países con gobiernos autoritarios. El ochenta y seis por ciento de las personas en el mundo(1) piensan que tener una democracia es ‘muy’ ó ‘bastante’ buena manera de gobernar un país.

La década pasada ha sido difícil para la democracia. La ‘tercera ola’ de transiciones democráticas que empezó a mediados de los años setenta y barrió con los regímenes comunistas a principios de la década de los noventas se agotó, o incluso revirtió, para comienzos del siglo veintiuno. El éxito de partidos populistas, los controvertidos referendums en países como Estados Unidos o el Reino Unido, así como el ataque a los principales medios de comunicación y la burocracia han enturbiado más de un gobierno democrático.

A pesar del alto nivel de aceptación de las democracias, estas se han visto sometidas a grandes presiones al presentarse casos en los cuales no parecer ser instrumento suficiente para definir nada. Asimismo se han presentado casos en los que la polarización política hace temblar a las democracias; sin embargo, la democracia subsiste, a pesar de sus fallas. Es crítico, ahora más que nunca, descubrir que es lo que la hace tan efectiva y resaltar esas características a la vez que se busque resolver las fallas que pueda tener, particularmente a falta de alguna alternativa mejor.

 

Equidad

El concepto de equidad tiene, según quién lo diga, diversos significados, pero básicamente es la idea que todos deben ser tratados de la misma manera, sin favoritismos, imparcialmente y de manera igual. A pesar de que hay situaciones que generan inequidad en el trato, como el racismo y el sexismo, son pocos quieres argumentan que las personas deben ser sistemáticamente tratadas de manera diferente. Sin embargo, la equidad va más allá de los procesos y el trato justo, debe llegar hasta las oportunidades y resultados, y es aquí donde el debate público se calienta. La política básica de izquierda o derecha discute si los ingresos de los más ricos deben ser sujeto de mayores impuestos y redistribuidos a aquellos con menos recursos, lo cual lleva la enorme diferencia de ingresos en la mayoría de los países. Más del noventa por ciento de la población está de acuerdo en que la diferencia debe reducirse y el setenta por ciento dice que el gobierno es quien debe llevar a cabo más acciones para reducir la inequidad en ingresos. Del mismo modo, setenta por ciento de los ciudadanos están de acuerdo en que a los políticos no les importa reducir tal inequidad. Estos altos niveles de inequidad ocasiona una gran insatisfacción en la vida cotidiana de la gente.

Durante las últimas décadas en los países desarrollados se ha incrementado la disparidad de ingresos debido, por un lado, al estancamiento de salarios (particularmente en relación con la inflación) y, por el otro lado, los exhorbitantes salarios de altos ejecutivos en grandes empresas industriales y tecnológicas. La pandemia COVID-19 y sus efectos económicos, así como la reducción en el índice democrático en alrededor de una veintena de países ha ocasionado un incremento en la cantidad de pobres. Debido a estas causas, entre otras (migración, conflictos armados, etc.), los niveles de inequidad a nivel global han aumentado.

Los efectos políticos del aumento de la inequidad han sido profundos, lo cual se observa en el movimiento de las preferencias por izquierda-derecha en América y en Europa, los populistas denunciando y buscando culpables para sus fracasos y haciendo que la equidad cobre relevancia en el entorno político.

 

Solidaridad

La solidaridad es el apoyo que alguien brinda a los demás ciudadanos cuando estos atraviesan por periodos difíciles. Nuestra vida rara vez está exenta de caídas, enfermedades, desastres y diversos tipos de contratiempos, de altibajos, pues. Un debate frecuente es quién debe proveer esa solidaridad, y cuánta; ya sea el estado, organismos no gubernamentales, la iglesia, que se delimite a los ciudadanos locales, a los más pobres o a cualquiera que lo necesite, la solidaridad es un impulso humano compartido a lo largo y ancho del mundo.

En muchos de los países democráticos algunas de las políticas más populares son las solidarias: La seguridad social, los servicios de salud, educación, vivienda y comida son algunos de los rubros que alrededor del ochenta y cinco por ciento de las personas en países desarrollados piensan que el gobierno debe proveer.

La salud pública es un rubro que merece particular atención, siempre ha habido partidas destinadas para ayudar a “otros” grupos vulnerables, nada que generara mayor preocupación, pero la pandemia COVID-19 se encargó de cambiar esa percepción de riesgo de salud de manera drástica. El mundo se enfrentó q una amenaza de salud que afectó por igual a ricos y pobres, a todas las religiones y trascendió fronteras. La pandemia también evidenció la enorme disparidad del acceso a la salud e hizo gran énfasis en la solidaridad a nivel global, nos dimos cuenta que un virus que surge en un lugar tropical, en medio de la pobreza, es capaz de llegar hasta las mansiones más lujosas de cualquier zona exclusiva del mundo.

 

Seguridad

Uno de los instintos básicos del ser humano es estar seguro y sobrevivir. Sin duda, todos estamos de acuerdo que queremos seguir vivos y estar bien. El setenta por ciento(2) de las personas dicen que prefieren la seguridad sobre la libertad, con cifras más altas en aquellos países en los que ha habido guerra reciente. Desde que el ser humano tiene memoria, la guerra humana ha formado una trágica parte de la vida, aunque las generaciones actuales, globalmente hablando, no la han experimentado en persona.

La vida cotidiana es hoy más segura que en el pasado. Conservar la paz ahora es responsabilidad de expertos cuerpos policiales que están mejor capacitados y equipados para mantener el orden público. La confianza en la policía (a nivel global y de manera general) alta, más de tres cuartas partes(3) de las personas en Estados Unidles, el Reino Unido, Alemania y Japón tienen una nivel de confianza alto o muy alto en la policía. Es en los países que tienen índices de crimen y homicidios más altos, como México, Brasil, Guatemala, Afganistán, Haití, Sudáfrica, entre muchos otros, en los que la confianza en la policía es, comprensiblemente, más baja y la exigencia de seguridad es especialmente alta.

Las últimas décadas han visto un crecimiento en los niveles de violencia entre estados, ya sea terrorismo, guerras civiles, narcoviolencia o abuso de los derechos humanos. La violencia policial es también un tema toral en los debates políticos en los países desarrollados y los últimos diez años han sido los más violentos desde la Segunda Guerra Mundial con brotes endémicos de violencia como en Afganistán, pero también con crecientes índices de violencia debido al narcotráfico y los cárteles. Será posible que los solados y policías que tienen como tarea salvaguardad nuestra seguridad se purifiquen y cumplan con su misión? Esa, entre otras tareas, es uno de los objetivos de la política.

 

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(1), (2), (3) World Value Survey https://www.worldvaluessurvey.org

No existe un solo pretexto para no hacer tus sueños realidad. El Universo es completamente benevolente y siempre te dice que “sí”. Constantemente hay señales que guían tu camino, solo que no es fácil verlas y escucharlas. Para notar estos mensajes debes recurrir a tus sentidos y a tus sentimientos. Esto es tu esencia, la fuente de tu vida y aliento. Es la inequívoca esencia de experimentate a ti mismo.

Tus pretextos son los obstáculos que usas para “probar” tu destreza y habilidades, es tu campo de pruebas para que puedas elegir, ejercer el libre albedrío y luego aprender a dejarte llevar por una fuerza invisible. Cuando confías y dejas que las cosas fluyan, podrás descubrir como todo encaja sin hacer arreglos o ajustes forzosos.

¿Te atreves a seguir adelante con tus planes y sueños a pesar de los pretextos? ¿Puedes dar un salto al vacío, hacia lo desconocido, alcanzando un nuevo nivel de voluntad y experimentar tu verdadero poder y confiar en lo Divino en el universo y en ti? ¿Estás listo para para dejarte llevar y experimentar la vida plenamente, con alegría, dolor, lágrimas, enojos y amor? ¿Puedes cambiar el enfoque y aprender a ver a los obstáculos como retos que la vida te presenta para aprender sobre ti mismo, sanar tus heridas y desarrollar tus herramientas para enfrentar las adversidades? ¿Estás preparado para dejarte asombrar por lo maravilloso que eres, por tu poder infinito y los recursos ilimitados a los que tienes acceso?

En este camino encontrarás momentos en los que te sientas solo y estancado, es ahí cuando los pretextos aparecerán con mayor facilidad. Pero es ahí también cuando debes pedir señales de hacia donde ir y dar aunque sea un pequeño paso, y luego otro, y otro más. Aunque no tengas certeza de hacia dónde vas, será suficiente que te muevas hacia donde tu intuición te indique. Y si te sientes agotado, toma un pequeño descanso, respira profundo, siente el latir de tu corazón y agradece con todo tu ser las cosas buenas que hay en ti y a tu alrededor.Pronto verás que todo fluye nuevamente y te sentirás orgulloso de todo lo que has avanzado. Un día te encontrarás con que has llegado a donde tu sueño indicaba y será entonces que, con lágrimas de alegría, te darás cuenta de que es solo el primer paso de un sueño más grande y que tienes tanto por hacer, que la vida es maravillosa y el camino es infinito. Es en ese momento que experimentarás que eres invencible.

There is not a single excuse not to make your dreams come true. The Universe is completely benevolent and always says “yes” to you. There are constantly signs that guide your path, it’s just not easy to see and hear them. To notice these messages you must resort to your senses and your feelings. This is your essence, the source of your life and breath. It is the unmistakable essence of experiencing yourself.

Your excuses are the obstacles you use to “prove” your skill and abilities, they are your testing ground so you can choose, exercise free will and then learn to let yourself be carried away by an invisible force. When you trust and let things flow, you will be able to discover how everything fits together without making forced arrangements or adjustments.

Do you dare to move forward with your plans and dreams despite the excuses? Can you take a  leap of faith into the void, into the unknown, reaching a new level of will and experience your true power and trust the Divine in the universe and in you? Are you ready to let go and experience life fully, with joy, pain, tears, anger and love? Can you change your focus and learn to see obstacles as challenges that life presents you to learn about yourself, heal your wounds and develop your tools to move forward and to face adversity? Are you ready to be amazed by how wonderful you are, by your infinite power and the unlimited resources to which you have access?

On this path you will find moments when you feel alone and stuck, that is when excuses will appear more easily. But that is also when you must ask for signs of where to go and take even a small step, and then another, and another. Even if you are not sure where you are going, it will be enough for you to move where your intuition tells you. And if you feel exhausted, take a short break, breathe deeply, feel your heartbeat and be fully grateful for the good things that you are and surround you. You will soon see that everything flows again and you will feel proud of everything you have accomplished. One day you will notice that you have achieved your dream and it will be then that, with tears of joy, you will realize that it is only the first step of a bigger dream and that you have so much to do, that life is wonderful and the path is infinite. It is at that moment that you will experience that you are invincible.

Es una pregunta que nos hacemos con frecuencia, especialmente cuando nos pasa algo malo o en una mala racha.

Y la respuesta más pronta podría ser ¿y por qué no? Claro, es directa, poco empática y hasta un tanto cruel. Pero me parece que es la respuesta más realistsala que podemos obtener.

Al hacer esta pregunta, y otras tantas, quisiéramos escuchar como respuesta algo que nos asegure que cualquier asunto se resolverá de manera inmediata, sin esfuerzo, vaya, casi hasta con una disculpa sobre las molestias ocasionadas. ¡Magia!

Mientras mayor sea la amenaza, en particular cuando nuestra integridad física o emocional están en riesgo, más lo sentiremos como una injusticia de la vida. No pararemos de argumentar (tanto mentalmente como en pláticas) que hemos sido buenos y no merecemos tal castigo. Habrá un momento en particular cuando esta pregunta, ¿por qué yo?, se convierta en pensamiento central y será cuando recibimos la noticia de que padecemos una enfermedad incurable que dejará secuelas incapacitantes o nos llevará al final de la vida. Entonces nos sentimos vulnerables y perdemos la capacidad e imparcialidad de un ojo crítico y objetivo.
Elisabeth Kübler-Ross estableció la teoría de etapas que va de la negación al enojo, depresión y, eventualmente, a cierta tranquilidad que da la aceptación. Sin embargo, este proceso no brinda mucho consuelo, sobre todo para los pragmáticos, quienes más bien sucumben a cosas más banales como el enojo o aburrimiento ante situaciones que los enfrentan a su vulnerabilidad.

Enoja pensar que no podremos llevar a cabo planes por los que habíamos trabajado con tanto esfuerzo, o no ver los hitos de nuestros seres queridos, tampoco ser testigos de hechos históricos (¿el primer ser humano en Marte?).

De modo que a la pregunta ¿por qué yo? el Cosmos apenas y se ocupa en responder ¿por qué no? en un hecho de estoica ironía.

A veces nos ayuda pensar que sufrimos por una buena causa, o que el riesgo que enfrentamos le servirá a otros, en lugar de simplemente acepar el peligro o gravedad de nuestra situación. Pero la realidad es que cuando te ves inmerso en una situación adversa lo que menos quieres creer es que estás a punto de ser estoicamente condecorado como héroe, sólo te sientes impotente y frustrado.

Todos los clichés dan lugar a confirmar la crudeza de la realidad. La típica pregunta “¿Cómo estás?” viene acompañada por una regla tácita que te impide responder con completa honestidad porque en realidad nadie quiere escuchar los terroríficos detalles de tu trágica situación.

Perder la salud es algo que no pensamos hasta que sucede. Casi todo lo que damos por hecho en nuestras vidas es finito: la salud, los miembros de nuestra familia, nuestras adoradas mascotas, las personas que nos rodean, la juventud, las vacaciones y un sin número de cosas más.

Ahora que si hacemos un balance y sacamos cuentas de las situaciones buenas, agradables, felices o positivas en general, podremos ver que superan, y por bastante, a los malos tiempos. Está científicamente comprobado que notamos y recordamos más lo negativo que lo positivo, y esto tiene que ver con las raíces de la humanidad ya que era más importante recordar las cosas que ponían en riesgo la integridad. Actualmente las condiciones han cambiado drásticamente, pero esta habilidad se conserva ya que lo aprendido durante momentos peligrosos o difíciles se deben recordar en caso de que sea necesario aplicarlo en el futuro. Otro factor relevante es que culturalmente estamos acostumbrados a darle mayor relevancia a lo malo y no poner tanta atención en lo bueno.

Tal vez podríamos aprender a notar los momentos buenos, felices, y decir “¿y por qué no?” a fin de tener un enfoque más positivo y disfrutar la vida un poco más.

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Autor : Rebeca Dallal

Desde el primer momento que los vi sentí que eran una parte de mí, literal. Durante varias semanas pasaron muchas horas junto a mí y dependían de mi por completo; cuando mucho estaban a unos metros de distancia.

Al pasar los meses aprendieron, poco a poco, a hacer algunas cosas solos y la distancia aumentó a otros pocos metros más.

Con el tiempo pudieron trasladarse por si mismos, pero siempre dentro de mi rango de visión.

Luego empezaron a tener sus propias actividades, durante horas se iban a sus propios espacios y actividades; estos tiempos fueron en aumento hasta que llegó la pandemia y entonces, como pasó en todo el mundo, estábamos en el mismo lugar otra vez todo el tiempo.

El Covid19 empezó a ceder y fuimos reintegrándonos a nuestras actividades con los ajustes que eso implicaba y regresando a los espacios de estudio, trabajo y diversión… cada quién a los suyos.

Pero ahora, de un día para otro, así… de sopetón, estarán a 9,500 kilómetros de distancia. Y así está bien. No quiere decir que no los extrañaré, seguro lo haré, y mucho! Pero estoy segura de que a esa distancia, en ese lugar, estarán bien, encontrarán oportunidades increíbles, tendrán experiencias memorables y podrán construirse un mejor futuro.

Hoy le regalo a mis hijos la oportunidad de vivir en un lugar donde es posible vivir tranquilo en crear una vida en la que puedan encontrar y hacer las cosas que les apasionan; que llenen sus recuerdos de lugares hermosos y llenos de historia; que agreguen a sus agendas amigos de diversas nacionalidades, creencias conocimientos; que encuentren dónde desarrollar su pasión y dónde aprender lo que más les interesa.

Hoy, aunque a 9,500 kilómetros de distancia, sé que están bien y que, aunque los extrañe mucho, estoy tranquila porque ya empezaron a construir la vida que merecen.

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Siempre nos quejamos de que no tenemos suficiente tiempo para hacer las cosas que queremos. Entonces llega la pandemia, nos mandan a encerrarnos en casa y muchos nos quedamos sin qué hacer… de pronto tenemos mucho tiempo libre.

Pero resulta que, en lugar de ponernos a hacer lo que tanto anhelábamos cuando la cotidianeidad robaba nuestras horas, ahora nos encontramos sin hacer, con una depresión latente.

Disponer de tanto tiempo libre lo convierte, más bien, en un vacío.

Tantas lecturas pendientes, tantos libros en el estante con letras bien formaditas. Lienzos en blanco y paletas de colores ansiando ser mezclados. Notas musicales impresas esperando su turno junto a un chelo, un piano, una flauta dulce o una batería. Pero la lectura parece aburrida , la música no se escucha igual y los colores no brilla como antes. En lugar de devorar letras, palabras y páginas imaginando mundos, se transforma en una lectura falsa, deprimida y carente de emoción. En lugar de crear nuevos tonos y matizarlos para pintar paisajes nunca imaginados, los colores se apagan esperando la inspiración. En vez de que las notas musicales hagan vibrar las cuerdas, los metales o que las baquetas golpeen los tambores, los ritmos ya no nos mueven igual.

En el vacío no cabe ni la creatividad.

Tal parece que podemos equiparar estos últimos meses a lo que sucede durante un conflicto bélico. Parece como si estuviéramos viviendo una especie de fragmentación en el tiempo. Ahora bien, me parece que las condiciones que este compás de espera crea, el impacto cultural y los nuevos elementos que provocará, serán lo que genere el próximo presente de esta generación. Y sí, será comparable a lo que sucede a causa de una gran guerra.

Veamos, la creatividad es una nueva combinación de viejos elementos. La capacidad de hacer nuevas combinaciones de viejos elementos depende de la capacidad de ver las relaciones entre tales elementos. Cuando estamos en una situación como una pandemia o una gran guerra, la mente se llena de pensamientos preocupantes sobre el contagio, el distanciamiento social, el equipo personal de protección que debemos usar, la nueva variante del virus y si nuestra vacuna nos da suficiente inmunidad. La mente se da cuenta que algo no está bien y aumentan los pensamientos repetitivos y rumiantes, causando dificultad para concentrarse y dormir, y aumentando la cantidad de pesadillas. Este tipo de pensamientos repetitivos y pegajosos que no llevan a ninguna parte contrastan con los pensamientos libres y ondulantes, característicos de los sueños y la creatividad.

El pensamiento espontáneo y libre es el que nos permite ver las relaciones entre las ideas y elementos de nuestra mente; es el que ayuda a crear nuevas conexiones y ver las cosas conocidas de manera diferente. En contraste, cuando nuestra mente está ocupada con pensamientos negativos o preocupantes no hay lugar para convertir lo que leemos, vemos o escuchamos en nuevas imágenes o sensaciones ya que no hay suficientes nuevas conexiones. Del mismo modo, en nuestra mente no hay lugar para dejar que nuestros pensamientos viajen libres buscando asociarse de manera diferente permitiéndonos escribir un libro, pintar un cuadro o componer una canción.

Volvamos a la pregunta: ¿qué impacto cultural provocará la pandemia y qué nuevos elementos formarán el próximo presente de esta generación? La respuesta sólo la dará el paso de los meses o años. Será interesante ver pasar el tiempo entre oleadas de este COVID-19 y, después de un tiempo prudente de la última oleada, encontrar los elementos visuales y auditivos que identificaremos como emblemáticos del principio de la segunda década del siglo XXI.

 

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Autor: Rebeca Dallal

Los medios de comunicación juegan un papel crítico en una campaña ya que crea el enlace entre los partidos políticos, los candidatos y los ciudadanos. La gran extensión (y en aumento) de su cobertura los convierte en una herramienta que actualmente se utiliza para consolidar ideologías y Encuadres[1], particularmente en los modelos democráticos. Esta cobertura se sirve de las noticias y los formatos diversos que ofrecen las redes sociales para transmitir la información a los ciudadanos, quienes eventualmente tomarán sus decisiones basadas en esa cobertura mediática[2].

Los estrategas de campaña buscan encuadrar la campaña electoral en torno a temas que favorecen a su candidato, obviamente. Para un equipo eso puede requerir vincular al oponente con temas adversos, como recesión económica, violencia, etc. De tal modo que es necesario ejecutar varios métodos para definir con fuerza la estructura deseada. Una de ellas es lograr que tanto portavoces oficiales como personajes de alto perfil no ligados de manera oficial con el candidato pasen un sinfín de horas hablando en programas de radio, tv y medios digitales, así como a públicos a todo lo largo y ancho de la demarcación donde se llevará a cabo la campaña. De igual manera, el candidato debe presentarse a entrevistas con la prensa, emitir comunicados oficiales cuando los eventos de coyuntura requieran una reacción, y correr numerosos anuncios en diversos medios. Estas tácticas se utilizan con el fin de dictar línea en la campaña electoral, ya sea sobre qué temas se discutirán y cómo será el debate, en una manera vertical de arriba hacia abajo con disciplina y control. Durante este proceso, cuando la relevancia del candidato así lo requiera, también participarán líderes de los diversos partidos en las Cámaras utilizando estructuras afines y contrarias para definir los términos de el debate en el Congreso. También se verán involucrados grupos de interés de manera similar para crear debates en temas controversiales y populares para posicionarse a favor o en contra de los candidatos, propios y contrincantes.

Cabe reconocer que, en ocasiones, cuando este proceso es centralizado y de arriba hacia abajo, puede disminuir la credibilidad y la aceptación masiva de formatos y mensajes, especialmente si el público o los seguidores potenciales visualizan la información como proveniente de una campaña en particular. La credibilidad de una fuente puede tener un fuerte impacto en la capacidad que el público tenga de aceptar Encuadres de alguna fuente en especial. Cuando en una campaña sucede tal cosa es necesario complementar la visión vertical con la participación de personajes voluntarios que no pertenezcan a la misma estructura. Durante una campaña se espera que, si parte de los mensajes provienen de aparentes voluntarios, esto puede resultar más creíbles y persuasivos tanto a los voluntarios como al público en general.

Para tales efectos se puede cultivar una red de apoyo de personas que pertenecen al público general, tal como en el caso de las campañas de Obama (2008 y 2012), y permitirles que contribuyan a definir los términos y el tono del debate, tanto a nivel colectivo como individual. Este grupo de apoyo se puede construir a través del canvaseo, pero tendrá mucho mayor impacto si se utilizan medios y herramientas digitales para crear, diseminar y ampliar los Encuadres. En algunas campañas se puede extender la riqueza de recursos para comprometer ciudadanos de apoyo, quienes a su vez contribuirán con características únicas de acuerdo a los intereses específicos de su comunidad.

Caso de estudio: Campaña de Barack Obama 2008

El equipo de campaña de Obama habilitó un sitio web que contenía videos, discursos, fotografías y manuales que proveían a la gente con materia prima para crear su propio contenido de apoyo para Obama. Gracias a esto quienes lo apoyaban crearon más de 400,000 publicaciones de blog en el sitio. La campaña nunca habría podido crear tanto contenido por sí misma, y fue mejor que no lo hayan hecho ya que el contenido en video auténticamente generado por los usuarios era más convincente y ganó más apoyo que las producciones oficiales ya que tenía un grado de confiabilidad más alto debido a que lo generó gente con creencias similares, compartían la misma visión política o tienen la misma edad o género que quienes vieron tales videos. Las campañas de Obama son siempre un referente debido a la gran influencia que tuvieron las Redes Sociales, sin embargo, el gasto en medios tradicionales fue mucho mayor ($352 millones USD) que en internet ($38 millones USD), aunque el impacto en internet fue mayor debido a todo el contenido creado por usuarios. Bien vale la pena adoptar esto como buenas prácticas.

Cada una de las publicaciones en facebook, twitter, Instagram, TikTok, videos de YouTube, podcasts, correos electrónicos, llamadas y conversaciones en personas ayudan a encuadrar una campaña. El día de la elección la actividad en línea debe aumentar entre un 30% y un 50% si es que la estrategia se hizo correctamente; además, debe aumentar más que la actividad de los contrincantes. Cabe recordar que los resultados de encuestas en línea no son vinculantes al resultado de las urnas, ya que hay que destacar que muchas regiones no cuentan con una penetración de internet relevante, pero sí representan una cantidad importante de votos, especialmente en países en vías de desarrollo.

Las tácticas en línea no eran posibles hace 20 años; tampoco tenían la misma magnitud y peso hace 10 años. Esto nos lleva a pensar en la importancia del papel que juega la tecnología al encuadrar una campaña. Aun más, en marzo del 2020 el confinamiento global debido a la Pandemia de COVID-19 fue un catalizador para que las personas adoptaran y usaran mucho más el internet. De acuerdo a la revista Forbes, el uso de internet creció entre 50% y 70% debido a la pandemia, Pew Research ubica este crecimiento en 58%.

Si sumamos el aislamiento social o la “sana distancia” que la pandemia nos obliga a tener con el incremento del uso de internet, podemos entender que la relevancia del uso de los medios digitales para encuadrar una campaña electoral se ha incrementado exponencialmente, lo cual nos obliga a diseñar una estrategia de comunicación otorgando gran peso a los mensajes que se van a difundir por estos medios, pero sin descuidar la comunicación que se realice en medios tradicionales, en las calles y la del propio candidato en persona. Esto será tema a desarrollar con más detalle en un texto aparte.

[1] El concepto del framing (en español: ‘marco’ o ‘Encuadre’) viene de las ciencias sociales. Un frame es una estructura cargada de sentidos que utilizamos para interpretar lo que percibimos desde el marco de referencias que tenemos como sujetos sociales y políticos. Framing es un término que se encuentra frecuentemente en la sociología y los estudios de los medios de comunicación. El científico social Erving Goffman (1974), definió al frame o Encuadre como un esquema de interpretación que permite a los individuos percibir, etiquetar, ordenar, seleccionar e interpretar los sucesos o situaciones del entorno. Bajo estos linea­mientos se desarrolló la corriente del i­ssue o frame-estratégico. Esta teoría sostiene que el apoyo hacia una propuesta política determinada aumenta si se logra dominar la discusión pública sobre el tema en cuestión.

[2] Matthes, J. (2012). Framing politics: An integrative approach. American Behavioral Scientist , 56(3), 247-259. doi: 10.1177/0002764211426324

 

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Autor: Gerardina Martínez Félix

 

Y así fue en mi caso particular, el canto se develó en mí por sorpresa y sin pedir permiso.

En casa la música siempre tuvo un lugar preponderante dentro de nuestra formación, con ella comíamos, era una compañera durante los largos viajes en carretera y también formaba parte de los juegos de adivinanzas: ¡Qué compositor! ¡Qué obra! ¡Qué instrumento! ¡Qué época! Así pasaban nuestros días y nuestros trayectos y aprendí a amarla profundamente. Entonces, supliqué por un piano y mis padres me lo obsequiaron cuando yo tenía apenas ocho años. En mi imaginación y mis planes de vida desde niña, estuvo siempre la idea de llegar a ser concertista, conquistar los grandes auditorios y tocar la sensibilidad del mundo por medio de la música, siempre me veía con los brazos abiertos frente al público y junto a un piano. Pero la vida, no siempre es como la planeamos y el objetivo de conquistar la sensibilidad y el corazón de los otros llegó de forma inesperada y por el lugar menos explorado por mí: El canto.

Si me hubieran dicho en esa época que yo podía cantar y no sólo eso, que iba a vivir del canto, seguro me hubiera reído. El conocimiento de mi voz fue largo, inesperado y a veces doloroso también y esto es porque este instrumento que es el más cercano para el ser humano, a su vez es el más alejado y desconocido. ¿Cuántas veces hemos hecho juicios terribles cuando escuchamos por primera vez nuestra voz en una grabación? Por lo general el primer comentario es:” mi voz es horrible”. Ahora imagínense cantando.

Fue en el año de 1985 cuando ingresé al Conservatorio Nacional de Música, muy emocionada quería conquistar el piano y aprender todo lo posible para lograr el sueño de toda mi vida, sin embargo, la primera observación de mi maestro durante la primera clase de solfeo fue: vas para canto, ¿verdad? Bueno, yo esto lo tomé como un agravio tremendo, cómo me preguntaba eso si mi voz era horrible, no me entonaba, todo me quedaba alto he incomodo, no entendía la música desde ese lugar. Además, la ópera no era algo que me gustara mucho, me gustaba la música sinfónica, los conciertos para instrumento solista y orquesta y si acaso, me gustaban los “highlights” de las grandes óperas, pero hacerlo yo, me parecía prácticamente un chiste, algo más que imposible. Sin embargo, en un mundo paralelo el cual también me atrapó llamado teatro, mi desarrollo vocal fluía sin problema, podía montar canciones a los actores que lo requerían de acuerdo a las necesidades escénicas, me pedían que en determinada parte saliera cantando tal o cual cosa, componía la melodía para diferentes partes de la obra, pero fue contundente cuando para un ejercicio de dirección de mi amigo el director Alejandro Velis que en aquella época estudiaba Literatura dramática y teatro en la facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, que por primera vez sentí como el canto me hacía sentir radiante. El poema era Muerte sin fin de José Gorostiza, una maravilla. Alejandro exigente como es, me pidió que le llevara varias propuestas para diferentes partes del poema, y como algo casi natural, las melodías fluyeron en mí y al día siguiente tenía listas la primera parte donde Gorostiza hace referencia al capítulo 8, versículo 30 del libro de los Proverbios y el gran final, ¡Tan-tan! ¿Quién es? Es el Diablo… la idea era que la cantaran los actores, así que yo llegué muy preparada y con toda la seguridad de que fácilmente las podrían interpretar, pero no fue así, su cara me lo dijo todo, y tengo que señalar por justicia hacia mi trabajo, que entrenar actores es de las cosas que más me gusta y en las que he tenido muchas historias de éxito y satisfacción, pero en este caso, el Universo quería decirme algo.

Pero no fue ahí en donde acepté el llamado a la aventura, ya habían pasado varios años desde mi entrada al Conservatorio y mi andar por el increíble mundo del teatro cuando me llamaron para hacer una audición nada más ni nada menos que para la Compañía Nacional de Teatro, la obra era Chin Chun Chan y La Musas del País, dirigida por el inigualable Enrique Alonso “Cachirulo”, en ese momento yo no era actriz y no me explicaba cuál era el interés por mí, pues sí, adivinaron, el llamado fue justo porque “cantaba” y necesitaban una voz como la mía, que para ese entonces yo ya sabía que era mezzosoprano. Dios, ha sido de los trabajos más hermosos y emblemáticos en mi vida, y justo ahí fue cuando pude apreciar lo maravilloso que es poder expresar a través del canto, la alegría del público y la comunión con mis compañeros de escena y obviamente, el estar cerca de uno de los héroes de mi infancia, pero sobretodo, una vez más me sentí radiante, la voz, mi voz hacía de las suyas y yo solo tenía que dejarme llevar. Miré hacia el cielo y dije: Tú me has querido decir algo durante todos estos años y hasta ahora lo entiendo, tenía ya 23 años.

Cuando algo es para nosotros, por más que nos neguemos a ello o dudemos de nuestras capacidades, siempre nos va a encontrar, nos enviará mensajes y se hará presente por todos los medios hasta que digamos sí. Así fueron mis inicios con el canto y ahora puedo decir que no concibo mi vida sin hacerlo. Cantar para mí es un ejercicio de vida, es algo que puedo entregar y además llega hasta lugares que ni siquiera puedo imaginar.

Es un regalo que nos ha sido otorgado para gozar y compartir, también para llorar y poder expresar lo que de otra forma no sería posible, lo que no se puede explicar con palabras ni con gestos. Poder cantar nos libera y nos alimenta a la vez, nos permite estar en comunión y nos entona con la vida. Todos los seres humanos podemos hacerlo, cultivarlo y disfrutarlo, claro que existimos los profesionales y los que hemos hecho de esto nuestra fuente de trabajo, pero las personas por naturaleza cantamos. Qué importa si te dicen que lo haces bien o mal. En mi experiencia como docente, me he encontrado con alumnos que llegan muy lastimados porque alguien les dijo que no podían, que mejor se callaran y la herida que han ocasionado en ellos es muy profunda, mucho más de lo que se pueden imaginar, porque cantar es un acto de honestidad y nos lleva a compartir desde lo íntimo.  Para lograr emitir un sonido saludable, necesitamos abrir nuestro cuerpo, prepararlo para la entrada de una gran bocanada de aire que nos permitirá exponer un sonido vigoroso y bello, pero sobretodo es necesario abrir nuestro corazón.

Y entonces es justo ahí cuando lo inesperado se convierte en entrañable, en este caso porque cantar es un acto de amor, empezando por el amor hacia uno mismo, en lo personal yo parto de la premisa de “yo canto porque me amo cantando” y así, es como la comunión entre el emisor y el receptor puede llegar hasta lo sublime. Los cantantes somos contadores de historias, relatamos pasajes de la vida a través de la música y partimos de frases tan naturales como “Bésame mucho”, “Contigo en la distancia” o “El amor es un pájaro rebelde”. Cada historia nos habla de lo sencillos que podemos ser y también de la pequeña línea que une la fragilidad de la fortaleza. Historias que se cuentan desde el corrido, el bolero, el tango hasta la ópera. Lo importante es reconocer que todo se trata de nosotros, la humanidad.

La fuerza del cantante radica en llegar a lo entrañable, a la esencia del ser humano y sanar las heridas del alma, expresar desde la raíz y conectarse con el cielo. Sin este mapa imaginario desde el centro de mi ser, para mí cantar no tendría sentido, por eso es tan importante transmitir el mensaje he invitar a cantar al mundo entero, que resuene la Tierra por nuestro canto, y no tengamos pena ni reparo en hacerlo. Ya Beethoven nos invitó a experimentarlo con su maravillosa sinfonía coral que hoy en día es el canto de la humanidad.

Así que los invito a dejarse sorprender por lo inesperado, a amar su sonido porque es único e irrepetible y sobretodo porque como lo mencioné anteriormente, cantar es un acto de amor.

 

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Autor: Lina Rodríguez

Cuando Rebeca me compartió su sueño de hacer esta revista sólo una idea cruzó por mi mente: “quiero participar”. Siempre he creído que nuestra voz expresa lo que pasa en nuestro interior, pero que sólo cuando procesamos todo lo que hemos vivido, llorado, amado, perdido, podemos hablar con nuestra verdadera voz. Una vez que logramos, ya sin dolor, acomodar y darle secuencia a los procesos experimentados, podemos decir que hemos superado esas vivencias para seguir evolucionando. Quienes me conocen a profundidad saben que he tenido en mi vida varias experiencias que la han hecho todo, menos aburrida, aunque al final estoy segura que la de todos es igual; así que si te parece bien, comencemos a platicar sobre lo que nos pasa y que tal vez nadie conoce, pero que al externarlo puede resonar y ser de ayuda. Si con nuestras palabras le ahorramos tiempo y lágrimas a alguien más, ya estamos avanzando.

Voy a permitir que mi voz exprese parte de mi esencia y deseo de todo corazón que resuene con la tuya para que junt@s construyamos hilos de experiencias únicas, porque yo como tú he reído, disfrutado, crecido, he sido feliz, pero también he llorado, fallado y caído. El reto no está sólo en vivirlo, sino en cómo seguimos adelante, así que sin mayor preámbulo te contaré la última ocasión en la que tuve que levantar mi voz muy en alto y decidí emprender la creación de una nueva agencia digital, que hoy cuenta con varias decenas de colaboradores y clientes.

Era una tarde de invierno, cuando bajé de un avión y me enteré durante el camino a casa que mi vida estaba destruida: la confianza, el amor de pareja, los planes en conjunto, la familia, la empresa. Todo se había ido por la borda y por una decisión de la cual yo ni estaba enterada y, mucho menos, había sido partícipe. En esos momentos, entre la desolación y la sorpresa, me encontré en la disyuntiva de levantar nuevamente la agencia que había formado varios años atrás y que era lo que me daba de comer en ese momento o, de plano, comenzar de la nada. Sí, como lo lees, de la nada, con 44 años encima, con una familia y el corazón destruido, sin autoestima, pero con la capacidad de escuchar y confiar en lo que los demás veían en mí, porque yo en esos momentos no podía reconocer mis propias cualidades, estaba por tomar una de las decisiones más importantes en mi vida.

La verdad me animé sólo porque Lucy*, mi mejor amiga, me dijo: “Si te quedas en ese lugar sería la tercera ocasión que levantas esa compañía; comienza tú por tu cuenta, no tengas miedo, ya lo has hecho antes varias veces, tienes todo para lograr el éxito. No hay más opción que saltar al vacío: te juro que traes paracaídas, sólo que no lo ves”. Así que tomé debajo de los escombros lo poquito de amor propio que me quedaba y el valor que estaba guardado en una caja de cristal, que tenía en la tapa la leyenda “rómpase en caso de emergencia”. Claro que la situación era extrema, creo que la más difícil en mi vida, pero reuní todo mi coraje y así comencé la que hoy es una agencia de comunicación digital completamente conformada y sólida. Ahora, después de varios años, que para algunos parecerán pocos, hemos generado tracción y estamos en franco crecimiento; esto, para quienes tenemos o hemos tenido compañías, es muy reconfortante pues sabemos que ya hemos superado el “valle de la muerte”.

Lo cierto es que este logro no puedo adjudicármelo yo sola, para nada. Afortunadamente tengo un gran motor que es mi hijo, una familia muy grande y extendida que me hace fuerte, amistades de a de veras que me ayudan a orientarme y nunca me sueltan y que, sobre todo, me aceptan porque, como cualquiera, no soy fácil, y francamente reconozco que soy más complicada que el promedio, pero ese es un secreto entre tú y yo.

Bien podría platicarte de cuántos y cuáles clientes tenemos, de los éxitos de nuestras estrategias, de la gente que asiste a mis conferencias y cursos, pero eso seguro lo puedes encontrar en otro lado. Yo lo que te quiero contar, porque de eso se trata la voz, es de lo que nadie nos dice, de lo difícil que puede resultar ser una mujer emprendedora, con sólo sueños en las bolsas y salir adelante.

Lo primero que tuve que hacer fue sentarme conmigo misma y decidir con toda franqueza qué quería hacer con mi vida, tanto personal como profesionalmente, y preguntarme qué sí estaba dispuesta a hacer y qué no era negociable. Por ejemplo, vivir con mi hijo y disfrutarlo lo más que pudiera, eso era un sí o sí; esforzarme al máximo para crear la agencia y no soltar mi sueño, también. Pero igual quería estar bien en lo personal, entonces debía asumir el reto de comenzar esta nueva aventura que me llevaría a conocerme a mí misma en un estado de soledad y donde, claramente, mi paz emocional no era negociable. También estaba dispuesta a aguantar los embates públicos, porque claro que se iban a dar.

Entonces marqué una ruta de acción, paso a paso, desde la constitución de la empresa hasta el funcionamiento de cada operación de la misma; finalmente esto no me era nuevo, ya lo había hecho con mi agencia anterior, y en las empresas en las que tuve la fortuna de colaborar siempre participé directamente con los dueños o con la dirección general. La diferencia ahora es que yo iba sola y, naturalmente, toda la responsabilidad de los aciertos y los errores caían en mi canasta: eso también aprendí a tomarlo.

Recuerdo la primera reunión en donde presenté la nueva agencia. Para mí fue un desastre: me puse muy nerviosa, la voz me temblaba, titubeaba en las ideas, mi nivel de energía estaba en -10. Presenté lo mejor que pude, pero sabía que no era mi mejor versión. Afortunadamente, para este prospecto resulté bastante convincente: contrató tres meses de servicio, que se convirtieron en la misma cantidad de años que ahora lleva la agencia.

Cuando salí de esa cita, me sentí tan mal que fui a un Starbucks a ahogar mis penas en un moka con soya. Ya sentada y en calma, mi voz interna salió a la luz y comencé a platicar conmigo. Lejos de regañarme y ponerme como chancla, por primera vez en mi vida fui consecuente para mí misma: acepté que mi estado anímico me había jugado una mala pasada, me señalé claramente los errores y los aciertos, hice consciencia de cómo iba a mejorar y cuáles serían mis acciones para el seguimiento de este cliente, así como el planear la manera en que iba a acercar a otros, porque huir y darme por vencida nunca ha sido mi estilo.

Ese día no sólo gané una cuenta, sino que aprendí a ser mi mejor amiga, me tomé de la mano, me abracé fuerte y me prometí ayudarme a recorrer lo que se venía, siempre en una posición propositiva y amable para mí, pero al mismo tiempo clara y honesta, porque al final era algo que yo siempre hacía con los demás, pero nunca conmigo.

Lo que quiero compartir al contarte esto es que, sin importar cómo se te ponga la vida, en verdad la mejor inversión que puedes hacer es en ti mism@, pero no sólo en el desarrollo de capacidades intelectuales, sino en aquello que te soporta en la vida: tu ser, tu corazón, el concepto de ti mism@, tu amor propio. Es tu viaje, tu voz, tú eres quien decide si te lo haces fácil aún en los peores momentos y de plano te dejas de pelear con el mundo para amarte tal cual eres, total, nadie va a cuidarte como tú mism@, porque además tampoco es su responsabilidad sino la tuya.

Recuerda: invierte y ámate a ti, cada día, cada instante, que eres el ser más valioso que tienes y deja que tu voz se exprese y toque más corazones.

 

* Obviamente mi mejor amiga no se llama Lucy, pero ni modo de balconearla, ya bastante tarea tiene con aguantarme.

 

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3 historias extraordinarias, mitos y realidades sobre la voz libre

 

 Por: Indira Pensado

 

Si liberas tu voz, liberas tu ser.

Kristin Linklater

 

La voz es el músculo de alma

Expresión del Roy Hart Theater

 

¿Qué sabes sobre tu voz?

¿Te has preguntado cuando fue que dejaste de cantar? ¿Alguna vez te dijeron que eras desafinado? ¿Te dijeron que gritar lastima la voz? ¿Te dijeron que calladita te veías más bonita? ¿Te dijeron que los hombres no lloran? ¿Juzgas tu voz?

Muchas de estos cuestionamientos los escucho constantemente como afirmaciones hechas por varios participantes a los talleres de voz que imparto desde hace mucho tiempo. Dichos estigmas me hacen preguntar qué es lo que hace que tengamos tantos juicios sobre nuestras voces. La mayoría de las personas que conozco han deseado cantar y muchos de ellos, no lo han hecho pues les dijeron que eran desafinados en algún momento o de plano les han dicho, un categórico “cantas feo”. La mayoría de las personas que se acercan a tomar mis talleres de voz juzgan mal sus voces.

¿De dónde provienen esos juicios?

¿Qué le parece a la humanidad tan escandaloso sobre llorar, gritar, reír fuerte y en general esas grandes expresiones de las que somos capaces? ¿Por qué el mensaje oculto de todo esto parece ser que expresarnos con libertad nos lastima?

Yo soy actriz de profesión y doy clases de voz en México desde hace alrededor de 20 años. Tuve la fortuna de encontrarme a 2 maestras extraordinarias en mi camino que me mostraron dos practicas vocales que se refieren y se basan en la libertad, a partir de estos encuentros me volví especialista en dichas prácticas.

¿Por qué es tan importante hablar de la libertad en la voz?

A lo largo de estos 20 años como actriz y como profesora de voz he considerado siempre las dos opciones: Liberar la voz contra censurar nuestras expresiones.

Me doy cuenta que tanto para el desarrollo de los actores a quienes me dedico a formar también desde hace años, tanto como para cualquier persona, la forma más saludable y equilibrada de vivir es poder acceder al rango y poderío vocal, que además propicia una equilibrio y salud mental.

HISTORIA 1: Alfred Wolfsohn y Roy Hart

En el año 2000 me encontré con una práctica vocal llamada Roy Hart. Se llama de tal manera, debido a que quien desarrolló mayormente sus materiales era en efecto Roy Hart (1926- 1975); un actor sudafricano que fue a estudiar teatro a Londres y ahí se encontró con el hombre que le cambiaría su vida: Alfred Wolfsohn (1896- 1962). Un judío berlinés que estudiaba música y que a los 18 años en 1896, fue llamado a participar a las filas del ejército como soldado en dicha guerra. En 1917 durante una cruenta batalla, fue alcanzado por una granada que le dejó en una situación dolorosa y complicada, estancado en el lodo en el campo de batalla. Ahí, quitándose una de sus botas, logró cruzar a rastras en medio del tiroteo. En su doloroso tránsito escuchó que alguien gritaba incansablemente por ayuda a su paso. Debido a su complicada situación en aquel momento, decide no ayudarle. Dicha decisión lo marca de por vida.

Cuando regresó a la vida civil normal lo hizo con serios problemas de estabilidad emocional pues padecía Shell shock, es decir neurosis de guerra. Después de un año, su enfermedad se agudizó y comenzó a tener alucinaciones auditivas, en las que escuchaba incesantemente los gritos de agonía que escuchó en batalla. Buscó sanarse en varias terapias sin éxito, y en alguna clase de piano que tomaba, se encontró con un maestro que le sugirió expresar esa angustia gritando mientras tocaba el piano.

La liberación y alivio que sintió al hacer esto fue tanta, que decidió seguir jugando con su voz de esa manera en relación con el piano. No sólo encontró salud mental y equilibrio personal, sino que además descubrió que a través de esta herramienta que mezclaba impulsos emotivos, cuerpo y voz, desarrollaba mayor rango vocal. Decidió entonces compartir estos materiales con un grupo de jóvenes estudiantes. Entre ellos estaba Roy Hart.

Roy Hart llegó a Londres a estudiar en la Royal Academy of Dramatic Art, RADA, una de las escuelas de teatro más prestigiadas de Reino Unido, y en cierto momento cruzó su camino con Alfred Wolfshon quien se volvió su maestro. Roy Hart, que era un actor talentoso con mucho carácter, se fascinó con los alcances del trabajo vocal expresivo que practicó con Wolfsohn. Junto con Marita Gunter, una compañera suya, fueron a un congreso de voz en donde mostraron que a partir del trabajo con vocal realizado con Wolfsohn, ambos tenían un rango vocal de hasta 7 u 8 octavas. Esto fascinó y hasta asustó a muchos dado que el rango vocal accesible es de hasta 5 octavas.  Al fallecer Wolfsohn, Roy Hart siguió con su investigación vocal/emotiva y corporal mucho más enfocada a lo escénico y performático y sigue dando clases con las bases que le heredó su maestro. De tal modo y con los conocimientos sobre el teatro, desarrolló una metodología muy expresiva para la voz en donde lo más importante es la exploración de la voz humana, sin prejuicios, implicando de manera muy lúdica, la voz, el cuerpo, la imaginación. Dentro de esta exploración todo cabe: voz hablada, cantada, gritos, llantos, risas y voces raras que en general son poco exploradas en los parámetros de belleza del mundo occidental.

Roy Hart formó una agrupación que, gracias a un apoyo, les es donado un castillo en el sur de Francia, en Malèrargue

s. Donde actualmente es aún la cede del Roy Hart Theater.

Roy Hart generó y compartió con el mundo un legado de jugar la voz humana sin cadenas y con enorme gozo. No escribió ningún libro, pues según se narra, él decía que sus libros serían sus alumnos.

Roy Hart y Alfred Wolfsohn. Archivo @Roy Hart Center

 

 

HISTORIA 2: Kozana Lucca y la llegada del Roy Hart a México

Tuve la fortuna de que Kozana Lucca (1940- 2010), fuese mi maestra de voz y quien me introdujese al linaje de conocimiento de Roy Hart y Wolsohn. Kozana era Argentina, de familia de músicos. Una soñadora incansable quien junto y a la par de su hermana Elena Lucca, ambientalista desarrolló los conceptos ecocentristas (donde la ecología y no el hombre es el centro) y los unió con intuición y sabiduría inmensa a las dinámicas de voz.  Kozana que venía exiliada de Argentina, de familia de músicos y que salió huyendo de su país por la dictadura, conoció a Roy Hart en Londres en un Concierto de Gritos (así lo narró ella) y quedó fascinada. Desde entonces se unió a su grupo y como era viajera audaz y docente incansable, viajó por todo el mundo formando formadores, compartiendo de manera generosa su práctica y sembrando la inquietud de dar voz, regalando sus estructuras con generosidad. Así estuvo en Europa, Asia, volvió a Argentina en cierto punto y llegó a México donde nos compartió sus herramientas vocales y pedagógicas a un grupo de actores que la seguimos.

Las clases de voz de Kozana, eran procesos desarrollados de ecología humana, clown y voz enlazados a partir de las herramientas de Roy Hart. Con ella aprendí que yo podía hacer lo que quisiera con mi voz, a jugar con ella, me enseñó sobre mi propia energía para el teatro y a ella le debo que me enseñó a dar clases, de esa manera única, como sólo ella podía enseñar, en donde todo se vuelve una celebración de la vida.

Kozana, ahora lo veo siempre estuvo adelantada a su época. Ahora se habla de cambio climático con mucha facilidad. Ella desde que la conocí, buscaba en todo lo que hacía un equilibrio y diálogo con la naturaleza y con el todo. De las últimas dinámicas que hice con ella, por ejemplo, fue un taller en la playa, donde cantamos, dibujamos en la arena, hicimos voz en el agua, pero además concreta y juguetonamente limpiamos ese espacio de basura mientras jugábamos con las voces. Reciclaje de energías.

Kozana Lucca. Archivo @Roy Hart Center

HISTORIA 3. Kristin Linklater

Mi querida y genial Maestra, Kristin Linklater (1936- 2020) nació en Orkney, Escocia. Estudió en London Academy of Music and Dramatic Art, LAMDA, una de las escuelas de teatro de mayor reputación en Reino Unido. Desarrolló una metodología de voz para actores con las herramientas que heredó de Iris Warren, su maestra de voz, legendaria en su país. Viaja a Estados Unidos y desarrolló la mayor parte de sus herramientas en este país, donde además fundó Shakespeare & Company y dio clases de voz y teatro en las mejores universidades de Nueva York. Creó la certificación para profesores en su propia metodología, en la que hay actualmente más de 100 profesores designados en el mundo y en la que yo soy una de las primeras profesoras designadas en México.

A los 76 años se jubiló de Columbia University donde dio clases de Voz y Shakespeare en la maestría de actuación y decidió regresar a su natal Orkney.  Ahí fundó en el año 2014 el Kristin Linklater Voice Center, KLVC. Parecía una locura fundar un centro de voz en lugar tan ventoso y lejano, y sin embargo desde su fundación, el Centro permaneció muy activo con los talleres que ella daba con personas de todo el mundo.  Tal parecía que regresar a sus tierras la rejuveneció y la calma y beneficios del paisaje le otorgaron además aún mayor lucidez para seguir reinventando de manera genial su propia metodología.  Ella hizo el llamado desde su lucidez y efectivamente, el mundo fue hacia ella.

En vida vio su libro traducirse al alemán, italiano, catalán, español, y a sus profesores designados por ella misma multiplicarse en todo el mundo. Su metodología actualmente es una de las más importantes prácticas vocales en la formación y entrenamiento de actores.

Kristin, aún en sus últimos años, viajó a China, Polonia, Italia, España en donde impartió conferencias y talleres sobre su método. en donde hasta su fallecimiento el 5 de junio del 2020, dio clases incluso en línea, hasta el último día de su vida.

Los fundamentos de su metodología tienen como base a la integridad de las personas, es decir, las personas como seres completos: Cuerpo/ Voz/ Pensamientos/ Emociones. La práctica Linklater encuentra a partir de diversas herramientas psicosomáticas basadas en prácticas corporales como Feldenkrais y Alexander, e incluso pensamientos complejos y sutiles traídos desde la neurociencia,  herramientas para que las personas accedamos a la liberación de nuestras voces, de nuestro ser,  a partir de una organización corporal que nos permita el  reconocimiento de hábitos de tensión para la reorganización de los mismos a favor de la libertad de nuestra voz, de nuestro pensamiento.

Kristin Linklater le regaló al mundo su lucidez de pensamiento a través de una metodología organizada.  Actualmente la práctica Linklater es una de las prácticas vocales más utilizadas en la formación de actores en Estados Unidos y Europa y de manera más reciente en Asia, Oceanía y en México.

Sus enseñanzas y pensamientos siguen muy vivos y activos gracias a la gran comunidad de profesores Linklater que ella se encargó de formar.  En cada uno de nosotros ella sembró esa semilla de la curiosidad y la fascinación por el conocimiento complejo y profundo.

Kristin Linklater dando clase en la Real Escuela Superior de Arte Dramático en Madrid, España, RESAD 2019.  Archivo personal Indira Pensado

 

Dar Voz en México                                   

A los mexicanos se nos reconoce en carácter a nivel mundial por nuestra alegría y desparpajo. Para bien o para mal, se nos liga a los álgidos y llorosos gritos de mariachis y a la fiesta.

Curiosamente tras ese estereotipo del mexicano, hay también una cultura bastante castigadora con respecto a los hábitos de libertad en nuestro cotidiano.

Tomando en cuenta las historias del linaje de mi entrenamiento vocal, tanto de Roy Hart, como Linklater, ambos basados en la libertad, me topo con sorpresa que aún en el siglo XXI soy capaz de escandalizar a cualquiera cuando se trata de sugerir una voz libre como una risa o un grito, y de hecho hasta por sugerir suspirar con alivio.

La cultura mexicana, además de su alegría natural, está llena de prejuicios, que por las razones que sean y de donde provengan, lo cierto es que nos han hecho una cultura alejada de nuestra corporalidad. Nos han enseñado a que es de mal gusto pensar en nuestros cuerpos, que es de mala educación para unos reír y para otros llorar o para otras enojarse y expresar el enojo.

Durante el tiempo que llevo dando voz en México puedo decir hasta con orgullo que soy aún capaz aún de causar sorpresa cuando hablo de voz, de cuerpo, de libertad y de lo que esto implica. También puedo decir que desde la herencia pedagógica de mi Maestra Kozana Lucca, recibí el don subversivo de la generosidad y de una pedagogía generosa y amorosa.

Aún me parece a mí misma sorprendente que la mayoría de las personas piensen que su voz no tiene que ver con su cuerpo y me impresiona aún más que haya tantas personas que crean con gran convicción que, si utilizan su voz en una expresión grande como un grito, por ejemplo, se lastimarán.

Estas ideas que abundan en el ambiente disfrazadas de verdades son como ese virus que nos ataca: invisibles y dañinos. Para mí son como las fake news.

A mí, por el contrario, lo que me parece escandaloso, es que se crea que una gran expresión nos lastima. Escandaloso también que teniendo cuerpo lo conozcamos tan poco, teniendo emociones les demos cabida tan poco. Que le dediquemos tan poco de nuestra energía y pensamientos a la inteligencia emocional.

Personalmente en mi formación como actriz y en el entrenamiento de estas prácticas vocales, puedo decir que liberar mi voz, ha desatado mi propia energía y me ha regalado sobre todo momentos de asombrosa y gran satisfacción como actriz y en mi vida entera. Lo mismo he podido ver en las personas con quienes comparto estas prácticas.

Desde hace más de 20 años que doy voz, me siento feliz de poder contribuir a desmitificar el que sonar nuestras voces con fuerza, es dañino. Me satisface apoyar a que las personas de nuevo podamos sentir aquella sensación de sencillo bienestar en donde se conjuga nuestro cuerpo, nuestro pensamiento, nuestras emociones y nuestra voz de manera equilibrada y contribuir además disminuir el gran vacío que existe sobre la educación emocional en nuestro país y en el mundo.

Tomando en cuenta la poderosa historia de Alfred Wolfsohn y la guerra, quiero entender que negar lo que nos acontece, es lo que nos daña, que ocultarlo nos enferma. Que censurar nuestras voces no sólo nos lastima, sino que además nos aleja de desarrollarnos como seres humanos de manera completa y plena y con la oportunidad de desarrollar pensamiento complejo a partir del gozo.

Invito así a que quien esto lea, a que sean subversivos: que se atrevan a hurgar en su propio ser, a develar sus angustias y anhelos con valentía y a buscar a partir de sus cuerpos, voces, intuición y pensamiento racional en equilibrio, una manera de vivir a partir del gozo y la satisfacción.

 

CDMX, 23 de mayo de 2021.

 

 

REFERENCIAS:

https://www.facebook.com/indira.pensado

https://www.instagram.com/indirapensado/

Médula Teatro

 

LINKLATER, Kristin. Freeing the Natural Voice, imagery and art in the practice of voice and Language. Ed. Drama

LINKLATER, Kristin. Freeing Shakespeare Voice. Ed. Drama

OCAMPO GUZMÁN, Antonio. La libertad de la Voz Natural, el método Linklater. Editorial UNAM.

 

Revista Paso de Gato con un Dossier completo dedicado a Kristin Linklater. https://pasodegato.com/Site/Tienda/index.php?id_product=1006&controller=product

 

Página oficial KLVC Orkney, Escocia.

https://www.linklatervoice.com/

 

Página oficial centro Linklater NY.

https://www.thelinklatercenter.com/

 

PIKES, NOah, Dark voices: the genesis of roy hart theatre

 

LUCCA, Kozana. Glisand’eau, Ecoute et voix sous l’eau. Ed. Le Souffle D’or. Francia, 2011.

 

Está la maravillosa investigación que hizo Carlos Albarrán en el repositorio de la UV.

Voces del Roy Hart en México.

(amplia investigación sobre este tema en donde se enfoca en las piezas para la escena de Hebe Rosell y mi Crastchep)

 

https://cdigital.uv.mx/handle/1944/49783

 

La página general del Roy Hart Centre.

https://roy-hart-theatre.com/