Mucha tecnología, pero ¿y la gente?

Durante las últimas semanas centenas de miles de organizaciones y centros educativos en todo el mundo trasladaron sus actividades al mundo digital y esto ha hecho evidentes varios problemas que tendrán que irse resolviendo poco a poco ya que requieren de un proceso más elaborado y largo que solamente usar la tecnología. En pocos días adquirieron, instalaron y capacitaron a la gente para realizar las actividades productivas, las juntas de trabajo y las actividades educativas de manera remota, usando el internet, las computadoras y hasta los dispositivos móviles.

Para que se lleve a cabo la digitalización son necesarios tres factores:

  1. Tecnología (infraestructura, programas o aplicaciones, y computadoras o dispositivos móviles)
  2. Contenido (textos, gráficas, imágenes, datos, etc.)
  3. Personas

De acuerdo con el diario “The Economist” se espera que como resultado de la pandemia Covid19 se lleve a cabo una revolución digital más grande de lo anticipado inicialmente. Contrario a lo que se piensa, este tipo de transformación es menos sobre la tecnología y más sobre las personas. La tecnología puede comprarse, pero la habilidad de realmente adoptar esa tecnología dependerá de desarrollar las habilidades requeridas y la adquisición de talento, es decir, de la gente.

Es tiempo de poner a prueba a los líderes en momentos en que el futuro es ambivalente e incierto. Los líderes tendrán la misión de enfocarse en cómo redefinir las habilidades de las personas y llevarlos a estar mejor equipados para enfrentar el cambio al cual, por cierto, el ser humano tiene una resistencia natural. A pesar de todo, a lo largo de la historia se ha comprobado que el ser humano tiene una gran capacidad para adaptarse a lo nuevo, prueba de ello es que hemos adoptado el uso de computadoras y teléfonos móviles (cada vez más inteligentes) de los cuales en el 2020 hay 3.8 billones, prueba de ello es que usted está leyendo esto en una computadora o dispositivo móvil.

También es cierto que existe el miedo a que la tecnología reemplace a las personas en los trabajos y sin duda la automatización y la inteligencia artificial han reemplazado a mucha gente, pero también han creado nuevos puestos. Esto nos ha llevado a redefinir el papel de las personas en esta nueva era, y el valor en la gente que resalta sobre cualquier otro es la creatividad, y ninguna máquina tiene esta capacidad inherente al ser humano y es el motor detrás de la innovación que busca siempre hacer de este un mundo mejor.

De modo tal, que la tecnología sirve a la gente para aumentar sus capacidades y ayudarlo a hacer más, en menos tiempo, ejemplo claro y sencillo de esto es la calculadora (¿verdad que la usamos de inmediato -en el móvil, por cierto- para realizar hasta las cuentas más sencillas?). Más que temer a la tecnología, debemos aprender a usarla a nuestro favor, que la tecnología nos sirva como herramienta para llevar a cabo las tareas que se nos dificultan o que no podemos hacer. Lo que podemos hacer las personas es desarrollar nuestras habilidades blandas (trabajo en equipo, creatividad, pensamiento crítico, comunicación, etc.), estar abiertos al cambio y, sobre todo, a aprender nuevas tecnologías

Tal vez el mayor regalo que nos da la pandemia es que nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre nuestro potencial, salir de una zona de confort y movernos hacia un futuro mejor. O usted, ¿qué cree?

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